Alzheimer

 

 

 

Alzheimer

Ultimo viaje imprevisto en los márgenes de lo previsto. Toda una vida dando tumbos buscando un rumbo donde encontrar esa orilla de calma para jugar con los recuerdos. Me encuentro donde ya nada encuentro, allí a lo lejos de ese que fui, perdido entre la nada sin ilusión por nada.

Amarrado en el embarcadero del olvido con el único equipaje del olvido. Lo único que me suena es un tal Alzheimer, bien famoso debe ser pues aquí todos parecen conocerlo.

Días que son noches y tardes que nunca haces tarde dado que la soledad no tiene prisa.

Triste sonrisa reflejo de algo que no se entiende y por tanto perdido en la misma sombra ya no se defiende.

A veces dudo si no seré un mueble pues ya nadie parece entender que siento, que si bien perdí mi ayer sigo emocionándome ante una caricia, una sonrisa o ante ese tesoro tan preciado en esta orilla que son las palabras.

¿ Quizás mañana ya no tenga mañana y lo pierda en el ayer?, pero hoy estoy aquí.

Sentados y amaestrados asentimos a la burda función de un llamado televisor, que si ya estando era mejor no estar, que puedo decir ahora que por cojones se ha de estar.

Trueque de recuerdo del que no recuerdo haber firmado acuerdo, familiares que se perdieron bajo la excusa del “ ya no es él”. Una vida sacando todo adelante para terminar aquí sentado sin perspectivas de que la memoria acuda y me levante.

Triste final sin prólogo, donde esta dura enfermedad me priva de volver aunque sea a mirar atrás.

Si pudiese pedir un deseo me bastaría con compartir algunos instantes de esta soledad con familiares y amigos que me fueron robados por esta enfermedad.

PD; Dedicada a esas personas que son privados de su mayor tesoro.