LOS MISTERIOS DE SARQUAVITAE

LOS MISTERIOS DEL SARQUAVITAE

En el centro para el cual presto mis servicios en calidad de auxiliar sanitario a día de hoy les persigue una areola de misterios. Cuentan los empleados más vetustos que dichos acontecimientos les acompañan desde los mismos orígenes del centro.

A la hora de realizar el servicio de comedor continuamente nos quedamos perplejos ante la misteriosa desaparición de cubiertos, vasos, tazas, platos etc. Cuentan las leyendas que entre los integrantes de la plantilla puede encontrarse algún compañero en edad de merecer, por lo que a buen seguro podría estar haciéndose el ajuar con material de la Institución. De ser así sin duda alguna con el equipo que ha aprovisionado en estos años le surgirá el problema de donde alojarlos.

Otras personas argumentan que existe la posibilidad de que dentro de la residencia se establezca una fuerza sobrenatural similar al triangulo de las bermudas, el cual podría tener su epicentro en el ascensor de cocina. La dirección del SarQuavitae haciendo un tremendo esfuerzo económico decidió investigar dichos sucesos. El pasado mes de diciembre contrato los servicios de tres parapsicólogos de reputada profesionalidad. Estos analizaron cada centímetro del susodicho ascensor. Después de un estudio minucioso llegaron a la conclusión que estábamos asistiendo al origen de una puerta de intercomunicación con zonas expuestas a variables del tiempo, con unas pautas agresivas derivadas del encauzamiento del aura a nivel tridimensional expuesto a corrientes electromagnéticas de confines desconocidos ( vamos ni puta idea).

 

La situación se está haciendo insostenible, contamos varias veces los cubiertos, los exponemos a un control personalizado, tanto por el personal de cocina como auxiliares. El destino nos pone a prueba pero a buen seguro sabremos solventar estas vicisitudes.

 

Los sucesos comienzan a extenderse a otros materiales de la residencia, bien fungibles como no fungibles. En concreto se están sucediendo extrañas desapariciones de las respectivas manivelas de las persianas. Nos enfrentamos a unas fuerzas sin duda ocultas. Las persianas siguen subiendo y bajando pero  en el lugar indicado para la manivela no se encuentra esta.

Tal vez estemos asistiendo a la fusión de dos tiempos, presente y futuro y las consecuencias pueden ser desconcertantes.

 

Otro de los misterios que lleva emergiendo con cierta virulencia es la desaparición de las piezas de sujeción de los cinturones de seguridad para evitar caídas de los usuarios. Bien puede ser que al peso se puedan conseguir algunos beneficios. Pero otra de las teorías es que pueda merodear el espíritu de algún antiguo residente el cual ansioso de ofrecer esa libertad de movimiento que en su día por su propia protección sin duda, no pudo hacer disfrute, y vea la necesidad de evitar la sujeción a los actuales residentes.

 

Os rogaría que si alguno de vosotros puede aportar alguna luz a estos extraños casos se quedase callado.

 

Grácias.

Un saludo