A ti Profesora, Compañera y ante todo Amiga.

 

Te escribo estas palabras con la ilusión que sean destapadas por ti.

 La vida es caprichosa y egoísta y se ha encaprichado de ti.

Te abraza y empuja. Hoy Quisiera ser creyente  rezar y rezar, pero la verdad es que sería como el dicho “solo te acuerdas del paraguas cuando llueve”, y no sería justo. Se lo pido a la vida que te suelte y te comparta, que entienda que llevarte es matarte y no amarte.

A la vida le digo que se equivoca, que está loca. Te estruja y golpea tu corazón sin razón, no entiende que es lo más grande de ti, y que el tiempo le quitará la razón, pues sin duda no conoce la fuerza de tu corazón.

Hace ahora  una semana fuiste un gran apoyo para mí, y tus palabras fueron justo el antídoto para ese momento de dolor. Querida profesora, compañera y amiga te pido que te aferres al mañana, que hagas que tu corazón siga sacudiendo con fuerza a la enfermedad, que ella sepa de tu terquedad y que de esta vida tú no te vas.

Susúrrale y dile al oído que espere, que no es justo que te lleve con el poco tiempo vivido. Acaríciala hazle sentir el calor humano, que sienta tus manos, que advierta lo tanto que la amas, pero sobre todo dile que espere a mañana, y siempre mañana.

Esta es mi forma de darte un fuerte abrazo, te envuelvo en palabras de ánimo con todas la fuerza de la que dispongo, ten por seguro que tus compañeros darían parte de sus días de vida para que tu pudieses disfrutar de toda una vida.

PD: Te queremos Reyes.

 

Carta a mí mismo

 

Carta a mi mismo.

 Siempre cuando escribo algo sigo un mismo patrón, suelo bajar a ras de las penurias. Coqueteo con el miedo, tanteo la depresión o simplemente hago compañía a la soledad. Pero cuando palpo el fondo sé que es el momento de subir.

 Busco las palabras adecuadas y con todas las fuerzas conseguimos salir a frote. En mi blog he escrito sobre la soledad, la mentira, enfermedad, depresión, avaricia, envidia, pobreza, violencia de género, sueños, política e incluso pequeñas anécdotas que me han ocurrido maquilladas por una tenue capa de ingenuidad e ironía.

 Hoy esta carta me la dedico en especial hacia mí.

 Hace ya veintiséis años que comencé un viaje en compañía de mi mujer. Hemos visitado varios lugares, en unos apenas de refilón en otros pasábamos largas estancias y en los últimos años cada día eran más frecuentes las visitas a la discusión y la indiferencia. Tanto pernoctamos que al final sin planearlo nos quedamos.

 La primera reacción es buscar culpables, o seguir encallados en la mentira para al final terminar a la deriva. Se hace difícil aceptar el fracaso pero más difícil es seguir sus pasos.

 

 La verdad es sencilla el viaje ha terminado. No podemos hacer participes a los hijos de este viaje que hace años dejo de ser de placer y se convirtió en padecer.

 Hace tiempo que por mi parte buscaba cien motivos para bajar a puerto, tanta pelea ya no la aguanta mi cuerpo.

 Ahora que estamos planeando viajes distintos a veces vienen a nosotros pequeñas burbujas que quieren invitarnos a seguir, pero como toda burbuja al acercarte se desvanece.

 

 Cada viaje tiene su peculiaridad y ahora en este toca llorar.

 Yo se que al saltar al mar y si encima poco sabes nadar en el fondo vas a terminar. Pero os digo la verdad, me da igual. Si hay algo cierto es que al final en el fondo también existe tierra.

 Presiento que pronto querrá  visitarme la ansiedad o quién sabe si su buen amiga la depresión. Me sale mal por ellas pues de mi nada sacaran, es mas puede que al final terminen peleadas entre ellas.

 

 Sé que cuesta mucho apearse de este viaje. Es comenzar de nuevo. Y justo es eso lo que necesitamos volver a empezar. No se Mary si leerás esto, pero como ya te he mencionado antes solo espero que vuelvas a viajar en compañía de la alegría, que saborees cada nuevo día. Yo reconozco que no puedo acompañarte en tu viaje, tu sabes que es alto el peaje. Se que no supe quererte y tal vez este sea el precio, perderte. Me quedo con todos los momentos vividos, los buenos y los malos, pues que son unos sin otros.

 Espero que algún día me perdones el haberte dejado sola en tu viaje. De verdad te digo que lo intente, pero no encuentro el amor olvidado que en algún puerto sin querer dejemos tirado.

 

 PD: Después de veintiséis años a veces pienso que triste finalizar así.

 Pero mucho más triste seria engañarnos y seguir así.

 

 Antonio J. Mascaro

 

 

Hoy

HOY

Siempre corriendo con el temor a no llegar o simplemente ansiar ser el primero.

Tanto quería correr que una vez allí ya no tenía fuerzas para volver.

Nos empecinamos en el mañana sin apenas degustar el hoy.

Yo justo ahora duermo junto al hoy, que sin ser el ayer y aun menos saber si mañana sabré de él, yo me conformo con el presente y no soltare ni una lágrima por lo de ayer. Y aun menos me preocupare por lo que el mañana me invite a ver.

A mí la vida ya me ha enseñado a no correr, quiero pasear de la mano del sosiego, bailar abrazado a la espera sabiendo que el mañana ya no me desespera.

Poco a poco nos vamos durmiendo cansados por el ayer, apenas consigo atinar con las palabras precisas, no puedo dar la culpa a las prisas. Sencillamente estoy siendo preso del sueño al cual como dije me entrego sin prisa.

PD: Silencio no me despertéis hasta mañana......

¿Dicen que hace mal tiempo?

Desde que me he levantado el comentario que he venido escuchando es " que día más feo".

Pues bien yo disiento, me encanta sentir las lágrimas del tiempo y escuchar sus lamentos en forma de truenos.

Me gusta sobremanera su hilo de rebeldía, todos esperando un buen día y llega él y desafía los planes de todo el día.

Si,  lo reconozco me declaro enemigo confeso del verano, nunca tuve simpatía por los cactus, al Sol le saludo pero le temo por lo que sudo, y le estrecho la mano obligado por el engaño.

Todos esperando el verano para acabar sudando como marranos (se puede modificar por hermanos), yo del verano solo espero que tenga prisa y simplemente nos roce como leve brisa.

Caluroso y tormentoso, enemigo paupérrimo de las axilas por no mencionar donde terminan las partes inferiores del ser humano desde el tobillo a las puntas de los dedos.

Declarada época estival de vacaciones por oficio, yo desde luego sigo trabajando en mi oficio, y de tener algunos días los cogería con condiciones, pues para pasar en casa calor hay que tener valor.

Bueno me extendería más pero comienzo a ver asomarse algún rayo de Sol, y por mera prudencia no sea que me sorprenda conspirando contra él, mejor lo dejo y hago como que disfruto de él.

PD: Dedicado a todos/as que aun sabiendo que somos pocos nos rebelamos a cumplir pleitesía al verano.

El Broche

El Broche

En el preciso instante en el que la relación en pareja se estanca en el reproche

El adiós es el mejor broche.

De seguir

                                todo es derroche.

CALMA

Tantos años a la deriva entre tormentas y oleajes que ahora una vez llegada la calma su silencio me alarma.

 PD: Una pequeña frase que resume a mi parecer un momento al que la vida en pareja muchas convierte lo que prometía ser una dulce travesía en un viaje a ninguna parte.

Mi Arrecife

Mi arrecife

Converso con mi tristeza

Le expongo que tras su rostro doliente yace dormida una sonrisa valiente.

¡Tantos motivos nos acompañan para subsistir aislados en nuestra pequeña coraza de campaña!,  cada mañana al primer signo de vida, después de debatir con el miedo y pidiendo permiso a la osadía consigo abrir los ojos, sin apenas moverme me creo flojo. Embutido en la fina capa de la esperanza dejo caer las sabanas, me muestro creyéndome desnudo ante el nuevo día, pero apenas me incorporo siento el peso de la duda, el miedo y porque no decirlo la pereza.

Que difícil se hace caminar en esta mi sociedad, siempre peleando por estar a la altura cuando habito más cómodo paseando a ras del suelo. Camino unos pasos, lucho por sortear el desconsuelo, la envidia se esparce como la maleza de la mano de la pobreza. Haciéndome el fuerte tiento a la suerte, prudente sigo el paso, al corazón quiero engañarle diciéndole que estamos de paso.

Parte del día ya ha afilado sus uñas, por mi parte mejor me voy aparte. Decido acercarme a la orilla del mar, me adentro y dejo envolver por el susurro de sus olas, ellas me dicen que pasee tranquilo y sereno que con ellas a la orilla habré de poder volver.  Desde aquí puedo ver los rostros de desconsuelo, acariciar la desolación y bailar abrazado al calor cercano y humano.

Siempre adorno los textos con lágrimas y lamentos, apartado del  júbilo desde el enmarañado de palabras regadas por el baño de la angustia me sumerjo sin apenas aire a sabiendas que la vida aprieta, voy en busca de respuestas que me ayuden a tapar la grieta de esta alma inquieta.

Aquí en la profundidad todo es más nítido, el silencio me habla, afonía ahogada por el transcurrir de la dejadez. En cada caracola yace un sueño que nunca llego a nacer, la superficie no le dio la opción de crecer.

Los peces ataviados por la alegría de sus colores se prestan de guía, ellos sin saberlo ponen su nota de alegría.

Aquí acudo a mi cita diaria en busca de mi arrecife, cuando el aire expira, vuelvo a sacar la cabeza, procuro cerrar los ojos no deseo ver lo que me ofrece el día, a buen seguro sangre y sollozos hasta la despedida de este.

Ya tengo las palabras que me acompañaran y mi dolor mermaran, que difícil se hace nadar aquí arriba y si ven que te ahogas qué más da, se giran y se van.

Prefiero nadar en la compañía de la soledad que entre la multitud de ingratitud.

PD: Gracias por acompañarme al abrigo de mi soledad. 

Rendidos

Rendidos

Siempre encontramos la excusa para no enfrentarnos al miedo.

Cuando nos invitan a dar el paso hacia delante nosotros buscamos la forma de irnos hacia tras.

Y una vez tan atrás que más da perder una y otra vez.

Son tantas las cosas que entregamos sin más batalla que el lamento, que nuestra vida se convierte en la renuncia.

A medida que subimos soltamos lastre, no sea que el valor nos arrastre.

Y al final del camino todos los sueños al traste.

Como premio el desastre.

Ya viejos y dóciles, domesticados en tristes butacas envalentonados por el manto de la mentira, nos llenamos la boca de batallas fraguadas.

Presumimos de tantas cosas logradas cuando en realidad no son más que nuestra vergüenza olvidada.

PD: Dedicada a la dignidad, el trabajo, sanidad pública, educación pública, derechos laborales.......

Buenos días sonrisa

Buenos días sonrisa.

¿Has sabido de mi tristeza?

- Si la vi irse de la mano del pesimismo.

-Me lo imaginaba, ayer hable con ella, le dije que hacía días que tonteaba con la sonrisa, esta sacaba de mi la mejor de mis carcajadas.

-¿Quieres que salga a buscarlas?.

-No, he comprendido que con ella jamás seré feliz.

-No te falta razón, pero la voy a echar de menos. Nunca he llegado a entender el porqué de estar siempre con ese semblante abatido, a veces me pegaba a ella le hacía cosquillas y muecas. Pero ella empezaba a llorar, yo me quedaba perpleja, enseguida le pedía disculpas. Ella aun llorando me contestaba que continuara que eran lágrimas de alegría.

- Si, tienes razón ¿Que vamos a hacer sin ella?.

- Yo como alegría no puedo hacerme cargo todo el día de ti. ¿Qué haremos ante una película dramática, un funeral o una ruptura sentimental?.

- Creo que he sido injusto con ella, es mas diría que me he comportado muy egoístamente.

-Me alegro que lo comprendas.

PD: Sin tristeza no tiene sentido la alegría.

¿Cómo saber de la alegría sin sufrir la tristeza?