EL TREN

EL TREN

Pasajero de mi tiempo me acomodo en el asiento.

 Como equipaje el bagaje de años de coraje.

Tren envuelto en colores, vagón vestido de tonos verdes, sueños de juventud apilados por el paso de los años. Compañeros inseparables del adiós.  Invitados de viaje en el café de la melancolía. Cuando los sueños se disipan pasamos a formar parte de las almas errantes.

. En qué momento se apearon mis sueños en la estación del mañana.

En mi mochila apenas unas fotos de los que en su día fueron mis amigos. Camaradas de batallas y quimeras, sus manos como ayuda siempre las primeras.

Ahora en mi soledad fraguada de sombras alzo la mirada en busca de la parada en la cual en su día se apearon. Como respuesta la dejadez y la desidia.

Roto por el dolor cambio de color me adentro en el vagón del amor, puerta cerrada por el olvido, vacío de esperanza y manantial de excusas.

Cristales empañados por las lágrimas derramadas.

Almas perdidas por la herida de no saberse queridas.

Vagón con parada en la estación del engaño.

Allí me impregno de sollozos y lamentos, seres yacen en los rincones, cercenados de ilusión.

En mi recuerdo, tus ojos, los que en su día fueron alimento y sustento de este corazón descontento.

Quisiera saltar de este tren, aferrarme al presente con las fuerzas del que sabe que no hay más pasado que el presente, y de esa forma hacer frente al temor y la angustia del que ahora en su último viaje sabe que no supo quererte.

 PD: Dedicada a todos/as los que en viaje de la vida cogemos el tren equivocado.

 Antonio José Mascaró

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LEÑO El tren 

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Tu y Yo

Tú y Yo

Cuando no existe más mañana que el ayer

Y el miedo es cómplice de viaje en este presente, la respuesta es la ilusión ausente.

Quiero vislumbrar un motivo para caminar.

Volver a apreciar lo que tengo

Sin pensar en lo que pierdo

Necesito quererme para poder quererte pues de no remediarlo el futuro es perderte.

En qué momento nació la herida que nuestro amor entierra en vida.

Vago por mis recuerdos, endulzo mis labios con pequeños sorbos de añoranza de un  tiempo que fue nuestro tiempo.

Aquí me encuentro sentado en este presente a sabiendas que estoy a punto de hundirme en este mar espeso.

Olas de indiferencia golpean nuestra vida.

Donde antes nuestras miradas se cruzaban para evocar deseo ahora es fuente de reproches.

Anhelo  el dulce amor sin rencor, el que surge sin condición.

Cuento los días por castigo, necesito regresar al ayer para volver a ver a la mujer que el amor en mi hizo nacer.

Me niego a vivir a empujones, zarandeado por el miedo, y preso de la angustia.

Me rebelo a sabiendas de mi otro, disfrazado de sueños se poso en nuestra mesa.

Con el tiempo mi mano cambio por su copa.

Enemigo sin vida que me robaste mi vida.

Ter acomodaste en nuestra casa en forma de botella.

A cada sorbo que ella daba más tú la alejabas.

Veneno sigiloso que disfrazas el instante, a mi mujer manejaste.

Aquí sigo yo luchando, ansiando recuperar a la mujer que me despojaste.

Me niego a abandonar a sabiendas de que la batalla está perdida.

Nuestro amor partió en la Galera de las Almas pérdidas donde nunca se cierran las heridas.

 

PD: Bueno siempre suelo dedicar lo que escribo a alguien o algo, hoy voy a ser egoísta y se lo voy a dedicar a esas dos almas heridas, tú y yo.

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